NUESTRA RECOMENDACIÓN DEL MES
NOVIEMBRE CON N DE NOSTALGIA
Ya sea en novelas como "Eva Luna" o la archiconocida "La casa de los espíritus", dos de sus obras con más arraigo y mención a esa indomable América Latina, Allende melancoliza la inevitabilidad del sufrimiento, sirviendo al lector de clínex ante la tan dura realidad. Porque el realismo mágico es probablemente el realismo más cruel de consumir.
Hablar de su estilo literario es hablar de equilibrio entre estructura y contenido, una estructura sólida, como un cuadro que sostiene un óleo antiguo y delicado, tan delicado como el conjunto de frases que hacen al lector sumergirse completamente en la densidad latinoamericana, en su cultura, en su política. En su gente y su mentalidad.
Teniendo en cuenta esta dicotomía, Allende resulta una escritora amable de leer por su estructura pero difícil de digerir por su contenido, pues la crítica la divide entre delicadamente estremecedora y parcialmente subjetiva
Sea como fuere, su lectura no te dejará indiferente.
ISABEL ALLENDE (Lima, Perú. 1942). Hija del que fuera presidente chileno antes del golpe de estado que puso a Pinochet en el poder, Isabel Allende es de esas personas que conocen su talento y lo saben explotar.
Profundamente influída por el realismo mágico y siendo Gabriel García Márquez su principal inspiración, su bibliografía ofrece variedad de historias narradas con un estilo marcado, de capítulos densos, frases largas, personajes complejos y profundamente marcados por un contexto poco favorecedor; el mismo que marcó a su familia. El mismo contexto que la marcó a ella.
Porque Isabel Allende sabe fusionar la inocencia, la ingenuidad, el amor y la dulzura con la dureza de la guerra, la división de clases sociales y la injusticia del nacer pobre y morir pobre. A pesar de ello, Allende es profesional en evitar el victimismo, ofreciendo al lector la complejidad de unos protagonistas, principalmente mujeres, construidos a sí mismo y salvados por su fortaleza y su espíritu libre.
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