Efímera, presuntuosa, provocadora, con un talento innato, intensa y carismática, Francesca Woodman se descifraba a sí misma a través de su fotografía. Partiendo de conocimientos sobre el ego y el yo, tenía la necesidad de construirse a placer y transformar su figura mediante un uso genuino del objetivo fotográfico.

 

En esta exposición de la Fundación Canal se recojen 102 fotografías y 6 cortometrajes que prueban las capacidades de la fotografía en manos de una superdotada de la imagen. 

 

Con la mujer como protagonista, Francesa retrata y autorretrata formas retorcidas, figuras deformadas que investigan sobre los límites humanos, siempre en espacios descontextualizados que acentúan la impersonalidad y el vacío de los cuerpos.

 

Una exposición que traduce mediante imágenes el misterio que fue la vida de una fe las artistas contemporáneas referentes, porque Francesca Woodman fue un ángel.