RUFUS T. FIREFLY
Y LA NECESIDAD DE LA MÚSICA INDIE
Bordeando los tópicos de la música española, y del arte nacional en general, encontramos grupos que nacieron sin expectativas y han logrado consolidarse en el panorama como referentes de un estilo sin precedente.
Bajo esta premisa se encuentra la madrileña banda RUFUS T. FIREFLY, quienes se juntaron allá por el 2006 como cualquier grupo de amigos que comparten un hobbie y hoy en día se sitúan en lo más alto del indie español.
Con 7 álbumes en el mercado y una gira de más de dos años que terminó recientemente, no escucharás sus temas en los programas de radiofórmula ni les verás nominados en ninguna categoría de ningún certamen televisado, y sin embargo cuentan con una cantidad de fieles fans lo suficientemente importante como para mantenerse muchos años más en la esfera musical.
Rufus T. Firefly es uno de tantos ejemplos de que el indie español interesa, pero no mucho, y ese mucho está representado por la gran sombra de las discográficas, que fabrican productos para después promocionarles a través de sus propios festivales, galas y demás eventos, monopolizando una industria con un escaso hueco para los artistas independientes.
A pesar de todo, y como bien enumeramos en las referencias de músicos nanaístas modernos, existen cantidad de grupos altamente demandados por esa parte de la población que sabe que existe vida más allá de los Los 40 Principales.
Y Rufus T. Firefly nos ha regalado dos álbumes lanzados consecutivamente en 2017 y 2018 donde evidencian su talento y su amor por el arte, enlazando así la música con lo mejor de la cultura popular a través de un sonido único, genuino y completamente inimitable.
El nanaísmo vive gracias a gente como ellos.
"Pulp Fiction"
(Quentin Tarantino, 1995)
"Cisne negro"
(Darren Aronofsky, 2011)
"Magnolia"
(Paul Thomas Anderson, 2000)
"San Junípero"
(Black Mirror, 2016)
"Demogorgon" (Stranger things, 2016-actualidad)
MÚSICA